LA CESTA DE LA COMPRA EN CANARIAS

CICLO "LA GAVETA"
COMENTARIO nº 3  17 de diciembre de 2009
  

Queriendo ser fiel al compromiso adquirido con todos ustedes de hablar de la “cesta de la compra” en Canarias me he metido en un berenjenal. La pregunta inicial es bien sencilla: ¿es la cesta de la compra más cara en Canarias que en el resto de España? Buscando una respuesta razonada, sin quererlo me he encontrado con la mesa llena de notas y el ordenador con un montón de páginas abiertas llenas de datos y ratios. Es decir que la respuesta no es tan sencilla como a priori pudiera parecer. Vamos a ver si soy capaz de resumir.
Ya sé que muchos de ustedes estarán pensando que este mago es  más burro de lo que su nombre indica. Que al final se trata de hacer una compra aquí en Tenerife, y si quieres otra en Las Palmas, y llamar a algún amigo en la península para que “factura en la mano” nos compruebe cuánto costaría la misma compra en la península. Es sin lugar a dudas una buena aproximación. Y de alguna manera así lo hice. Los datos están publicados en el observatorio de preciosdel Ministerio de Comercio, que trimestralmente pública un estudio sobre el precio de una cesta de productos de alimentación en las distintas capitales de provincia y alguna ciudad grande más. Este observatorio maneja un sistema relativamente sencillo, poco sofisticado desde el punto de vista estadístico, que a cambio aporta unos resultados bastante aceptables. Y más importante todavía estudia tres “tipos de cesta de la compra” y aporta datos desglosados que permiten hacer interesantes análisis y comparaciones. También hay un desglose por establecimientos muy útil. Toda la información enwww.observatoriodeprecios.es.
En una primera aproximación parece que la cesta de la compra en Canarias está aparentemente muy próxima al promedio del país. Prácticamente igual. El estudio da un índice de 107 para Canarias frente a 107,6 del promedio español, siendo el índice 100 el que representa aquellas comunidades con la cesta de la compra más barata. Pero decir esto es dar por bueno el conocido dicho estadístico que “si hay dos personas y una come pollo y la otra no, el dato estadístico es que cada una come  medio pollo”, cosa que molesta enormemente a aquel ciudadano que no come pollo.
 Todos sabemos que hay importantes variaciones de precios entre las distintas ciudades, que llegan a ser del 20 % ,igual pasa en Canarias donde los índices varían entre las dos capitales del archipiélago, siendo de 119 para Las Palmas y de 115 para Santa Cruz de Tenerife, un 10,8 y un 6,8 por ciento más caras respectivamente. Al acercar la lupa, hemos eliminado el efecto “medio pollo”, se han colocado las dos capitales canarias en la parte más alta de la clasificación, este dato parece más real. Por lo tanto podemos ya afirmar con un alto grado de seguridad que las dos  capitales canarias tienen una cesta de la compra muy cara, de las más caras de España. Si este dato lo complementamos con el análisis que hace el Instituto de Estadística de Canarias para las siete islas del archipiélago que pone de manifiesto que las islas con cesta de la compra más baratas son las capitalinas, podemos afirmar que los canarios tenemos sin lugar a dudas la cesta de la compra más cara de España.
Pero el observatorio de precios del Ministerio de Comercio analiza además tres tipos de cestas de la compra. La general, la que hemos comentado, que incluye productos frescos y envasados. Y otras dos solo de productos envasados: la genérica y la que sólo incluye marcas blancas y marcas de cadena. En estas dos clasificaciones el resultado para Canarias es ligeramente mejor, pero seguimos en el grupo de las más caras, sobre todo en la cesta teóricamente más económica que es la de marcas blancas. Pero el dato más relevante que se extrae de la lectura de las tablas es que el grado de ahorro en Canarias entre la cesta más cara y la más barata es el más pequeño de todo el país, asunto gravísimo si partimos ya de la cesta más cara de todas. A menores ingresos más problemas de carestía de la cesta.
Hay otra relación que creo importante poner de manifiesto, y que no es otra que relacionar la cesta de la compra con el nivel de renta. El nivel de renta de Canarias es, en promedio, el 88 % del español, es decir con datos del año 2008, los últimos disponibles, disponemos 21000 euros al año para el canario frente a los 24000 euros del español promedio. Para sus gastos de alimentación cada español gasta el 18,5% de sus ingresos, es decir 4450 euros al año, o lo que es lo mismo trabaja dos meses y una semana para alimentarse. Como antes hemos visto la cesta de la compra es un 8,7 % más cara para los canarios, es decir que él se gasta 4837 euros al año, y que de acuerdo con su nivel de renta eso significa que trabaja dos meses y tres semanas para alimentarse, casi un 25% más que un peninsular.
Comprobado el hecho y ante esta sangrante situación nos queda en hacernos una cuantas preguntas:
¿Está justificado? ¿Es un problema de lejanía? Para que tenemos, entonces, la subvención al transporte. ¿Y para qué está el R.E.A.? ¿Es un problema fiscal? ¿Quién se beneficia? ¿Tenemos un problema de estructura del sector de distribución alimentaria? ¿Hay un problema de márgenes comerciales? ¿Es un problema de competencia? ¿Es culpa del consumidor? Posiblemente en la respuesta a estas cuestiones encontremos la solución a gran parte de este problema, amigo: tenemos un problema.
Como en todos los comentarios termino éste con un consejillo sobre cómo afrontar la crisis a nivel personal y familiar. En nuestra faceta de consumidor apliquemos la racionalidad, busquemos la mejor relación calidad-precio, si es necesario comparemos antes de comprar y si es necesario cambiemos de marca y de establecimiento habitual. La rutina es una mala compañera en esto de comprar. Defendamos nuestro dinero, que es poco y nos cuesta mucho ganarlo.

Gracias por su atención y, a pesar de lo dicho, disfruten de la vida.

En Santa Cruz de Tenerife, 17 de Diciembre de 2009
MAGOEZ

ECONOMIA SOSTENIBLE

CICLO "LA GAVETA"

COMENTARIO nº 2  10 de diciembre de 2009



La semana pasada quedé comprometido con todos ustedes en hablar de la ley de la economía sostenible, del borrador que aprobó el Consejo de Ministros. Tengo que reconocer que no soy un fan de este gobierno que nos ha tocado padecer, a pesar de eso me gusta pensar que hasta los gobiernos malos tienen alguna idea positiva y oportuna. Esa fue mi esperanza. Casi todos estamos de acuerdo en que el modelo productivo de este país necesita un cambio adecuado al nivel de desarrollo que aparentemente tenemos. Los bajos tipos de interés que vinieron de la mano de la incorporación al euro cubrieron como un manto los verdaderos problemas de nuestro desarrollo. En esa euforia de crecimiento, de consumo y de inversión no supimos, o no quisimos ver, que nuestra estructura productiva era sólo adecuada para un periodo de que cubre el paso de “país en vías de desarrollo” a país desarrollado. Creímos que con seguir igual nos iba a seguir yendo cada vez mejor.
Es la ausencia medidas estructurales, al decir de los expertos, las que en este momento se pone de manifiesto con la crisis. Seguimos con la teoría de una crisis dentro de la crisis, otra vez la teoría de las “matrioskas”. Es decir, que hace uno o dos gobiernos, que el país se tenía que haber planteado una nueva organización, objetivos y relaciones económicas para asentar el nivel de desarrollo económico alcanzado y hacerlo mantenible. Hace unos meses hubiera hablado de sostenible, pero hoy en día esa palabra tiene unas connotaciones más amplias que la meramente económicas. Y como no hicieron nada ahora tenemos nuestra propia crisis dentro de la crisis global.
Y me puse al trabajo de leer las 198 páginas del proyecto de ley. Y mi ilusión y óptimismo se fueron transformando paulatinamente en desilusión y desasosiego. Me encontré con un texto bastante desestructurado que describía un montón de ideas, que no objetivos,  y que en el fondo no eran sino un conjunto de frases huecas y publicitarias. Ciento noventa y ocho páginas de publicidad institucional y partidista, excepto algunas que parecen estar sacadas de una ley de acompañamiento de los presupuestos. Se olvida el documento que cuando quieres alcanzar unos objetivos es importante describir el punto de partida. Pero claro ¿cómo el gobierno va a reconocer que tenemos una economía el estado casi comatoso? En definitiva un texto inútil como puso de manifiesto toda la oposición en el debate de su presentación por el Presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados. En todo caso me quedo con la idea básica  que tenemos que cambiar nuestro modelo productivo y de relaciones sociales para poder conseguir salir de la crisis con una economía que se automamtenga sin  la muleta de las ayudas del gobierno. Una economía en la que la iniciativa privada sustituya a las ayudas oficiales.
Esta es la historia de mi desilusión ante un proyecto de  ley que por necesario creí positivo, pero que la realidad del mismo sigue siendo “más palabrería y generalidades genéricas”. Lo dice el propio servicio de estudios del Banco de España que considera que la ley no es suficiente para reformar la economía y que "la situación requiere reformas profundas, ambiciosas y urgentes". Y siguiendo con su permanente apelación a la necesidad de reformar el mercado de trabajo insiste en que “la economía española necesita una mayor adaptación de los salarios a la situación económica”. Totalmente de acuerdo. Si quieren saber lo que el Gobierno piensa de nuestra capacidad intelectual, vean la web que ha puesto en marcha para explicarnos su proyecto de Ley, está enwww.economiasostenible.gob.es, lamentable. No dice nada.
Soy de los que siempre he creído que el sistema sanguíneo de la economia es el sistema financiero y bancario. Claro que también hay otros sistemas imprescindibles el circulatorio, el nervioso, el digestivo, etc.. Y esta semana hemos tenido tres noticias relacionadas con el mismo: una buena, una mala y la otra catastrófica. La buena: en Londres el pasado día 2 los ministros de Finanzas de la Unión Europea acordaron la creación de un sistema de vigilancia comunitaria para controlar con más rigor los bancos, las aseguradoras y los mercados bursátiles, para evitar futuras crisis. Está pendiente de segunda lectura. La mala: “el mercado” sigue creyendo que el sistema bancario español (bancos y cajas) no ha aflorado todas sus pérdidas y que el año próximo va  a ser muy duro para la banca española, sobre todo para las cajas, debido a sus créditos al sector de la construcción residencial e hipotecarios. Impagos, quiebras  y morosidad. ÚLTIMA HORA: S&P RECORTA LA PERSPECTIVA DE ESPAÑA A NEGATIVA.l
Para la noticia catastrófica he iniciado un nuevo párrafo. Trichet, el capo del Banco Central Europeo, ha dicho que no esperará por España para elevar los tipos de interés. ¡HABRÁ QUE SALIR DE LA CRISIS CON LA POLÍTICA MONETARIA EN CONTRA! ¡Milagro! Un éxito más del papel de España en el mundo. No somos nada ni  nadie.
Sigo pensando que individualmente tenemos que seguir trabajando, los que tengan la suerte de no caer en el paro, y aportando nuestro esfuerzo para salir del agujero. El día que haya uno más que viva del cuento que los que trabajan, se acabó todo.
Lo de la cesta de la compra en Canarias lo dejamos para el próximo comentario.

Gracias por su atención y, a pesar de lo dicho, disfruten de la vida.

En Santa Cruz de Tenerife, 10 de Diciembre de 2009
MAGOEZ


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SALUTACION Y PRESENTACIÓN

CICLO "LA GAVETA"

COMENTARIO nº 1  3 de diciembre de 2009

Es de buena educación el presentarse cuando uno inicia una andadura junto a un grupo de personas. Me llaman Magóez, soy de aquí y como cualquier hijo de vecino que se atreve a dar su opinión en público soy un poco osado, tengo una licenciatura universitaria, en mi caso la de económicas, y bastantes diplomas de asistencia a cursos y seminarios relacionados con mi profesión y actividad profesional que ha sido muy variada, e incluso si busco entre mis papeles puedo encontrar algún diploma correspondiente a algún valorado programa de alta dirección otorgado por algún prestigioso Instituto. No obstante, aunque valoro de manera muy positiva mi formación, creo que “más sabe el diablo por viejo que por diablo”, sobre todo si te fijas bien.
La primera tentación que surge cuando uno inicia una colaboración es la de apabullar con una sesuda, culta y documentada intervención. No es esa mi intención, al contrario lo que pretendo es comentar tranquila y sosegadamente los asuntos económicos que hayan surgido en los últimos días y siempre evitando florituras y tecnicismos que hagan complicado el entender el fondo de la cuestión, eso generalmente sólo sirve para satisfacer el ego del ponente. Y les puedo garantizar que vivo plenamente satisfecho, que mi ego está colmado y que la mayoría de la gente me trata de Don.
Bueno, vamos grano:
Como primer tema  relevante a tratar tenemos la entrada en vigor del nuevo tratado de la Unión Europea, del conocido como “Tratado de Lisboa”. Si el asunto hubiera ocurrido durante la presidencia española hubiera ocupado la primera página de los periódicos y noticiarios de televisión sobre una foto del Presidente de turno de la Unión Europea, presidencia que casualmente, mejor por turno alfabético, corresponde al Reino de España. Como consecuencia de ello tenemos ya al primer Presidente de la Unión Europea, el belga “van Rompuy”, de bajo perfil político al decir de los expertos, es decir que va a “reinar y no a gobernar”. Sin lugar a dudas es un buen paso para los europeístas, pero no hay que olvidar que ha sido elegido por “democracia orgánica” por los jefes de gobierno de la Unión reunidos en Bruselas. También es relevante señalar el ascenso del comisario Almunia en el ranking de poder, para compensar la pérdida mayor del cese de Solana como responsable de las relaciones exteriores del conjunto de la Unión. Es decir que, “moneda por moneda”, España pierde peso en el panorama internacional, como viene siendo habitual.
En lo referente a Canarias, la entrada en vigor del mencionado tratado, eleva a rango casi constitucional nuestra clasificación como región ultraperiférica. Es decir que se nos reconoce como región con derecho a ser receptor neto de subvenciones. Si estas estuvieran encaminadas a mejorar nuestra estructura productiva, educativa, competitiva y cultural, estaría absolutamente de acuerdo, pero mucho me temo que sólo sirvan para que algunos sigan viviendo del cuento.
Como segundo argumento del comentario no queda más remedio que hablar de la Crisis. Como éste es un apartado que me temo que va estar de forma casi permanente en nuestro comentario solamente daré dos pinceladas.
Aunque me tachen de pesimista soy de los piensan que a nivel global esta crisis no ha terminado. Que ha sido una crisis importante nadie lo duda, seguramente del mismo nivel que la crisis del 27. Es verdad que ésta, al igual que la guerra del Golfo, ha sido retransmitida en directo. Y ello ha llevado a que muchos políticos hayan antepuesto el voto de hoy, al del mañana, y el discurso demagógico a la verdadera resolución de los problemas reales causantes de la crisis, aumentando de manera desproporcionada el gasto de dinero, que luego nos va a hacer falta.
Todavía la “cátedra”, y mucho menos los políticos, se han puesto de acuerdo en la forma de la crisis que estamos padeciendo. Asunto que no es baladí porque condiciona las medidas a tomar. Para unos, los optimistas, esta es una crisis en forma de “V”. Para otros, un poco menos optimistas, ésta es una crisis en forma de “W”. Todavía queda un grupo de sabios que opinan que esta es una crisis en forma de “L”, que vamos a salir peor que como entramos, ¡pobres parados!. Reconozco que yo tampoco lo sé, pero mucho me temo que nos estemos enfrentando a una escalera, de bajada por supuesto. Que todavía nos queda por sufrir la segunda derivada y la tercera. En ésta última semana ya se ha estado hablando en medios especializados de dos  graves problemas: el verdadero volumen de la deuda bancaria-¿otra crisis financiera?- y la incapacidad de pago de algunos Estados, no sólo de Grecia sino incluso de la misma Gran Bretaña. La historia nos recuerda que la propia España suspendió pagos varias veces a principios del siglo XX.
No quiero que este comentario se convierta en una lección de pesimismo, creo que en el conocimiento de las opciones nace un mejor conocimiento del problema y de sus soluciones. En algún momento hablaremos del juego de las “matrioskas” rusas, de una crisis dentro de otra, y otra y otra,…
¿Cómo podemos enfrentarnos a la crisis a nivel individual y familiar? La respuesta es una: trabajar más y mejor –aumentando nuestra productividad- y gastando mejor –privándonos sólo de lo superfluo en cantidad, calidad y oportunidad-. El consumo agregado, el macroeconómico, es un motor de la reactivación. Con toda seguridad hemos de cambiar nuestra mentalidad frente al variables como las posibilidades financiación, las demandas sindicales…,el propio egoísmo y hasta en el uso de la patria potestad. Si no funcionan las células tampoco lo hará el organismo.
Con esta reflexión doy por terminado el comentario de esta semana, dejo para el siguiente comentario el hablar del borrador de Ley de Economía Sostenible aprobado en el último Consejo de Ministros y que no es casualidad que su aprobación coincida con la entrada en vigor del acuerdo de Lisboa. ¿Quién va a hacer sus reglamentos?  Esperemos que no salga otra LOGSE. Y también me gustaría comentar algo sobre la “cesta de la compra” en Canarias.
Gracias por su atención y, a pesar de lo dicho, disfruten de la vida.

En Santa Cruz de Tenerife, 3 de Diciembre de 2009
MAGOEZ


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